Ya limpié mis zapatos de ese polvo engañoso, y claro lo recuerdo bien, tenía en el pantalón prendido semillas de plantas que me arañaron la piel y buscaban moverse pegadas a mi y a mi ropa... aquí en casa siempre limpian bien la ropa y los fieles zapatos prestos a caminar estan como nuevos...
Esguinces, ampollas o uñeros son batallas ganadas... total nunca dejan huellas en los pies, y siempre se sale adelante...
Allá voy camino... soy yo recuerdas?... el mismo caminante de siempre...
Gracias Mitch... me lo dijiste! (es un opuesto te lo dije!) y escuche a medias, ahora es claro...
Gracias Van Gogh por la pintura perfecta para esta entrada...
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