domingo, 18 de abril de 2010

Correr...

Ya desde hace semanas Juanito con esos pies ligeros a punta de experiencias de caminos y caminos llega a dar dos vueltas al pentagonito imaginense dos vueltas... eso son cerca de 9 km... 9000 metros... y lo más gracioso es que no sabe como llego a correr tanto tiempo... taaanto tiempo moviendo brazos, inhalando y exhalando, administrando el aire que entra y sale por nariz y boca, manteniendo la cabeza erguida, el ritmo, la longitud de los pasos y las ganas de seguir... y de volver a salir a correr...
Juanito sabe que puede tener cualquier cosa en la cabeza, problemas, rollos, líos, pero en el trote todo se disipa, se olvida o se diluye...
Hay momentos increibles cuando uno corre... les cuento dos...
6:30 a.m. Un martes cualquiera - Banda del Schilcayo - Tarapoto - Perú (a lo Papillón el del rico Vacilón)
Luego de haber corrido por unos 25 minutos, con todo el calor encima, con el sudor cayendo por la frente con banda sonora de Los Cafres... Tus Ojos... y de pronto una lluvia matinal, poco ligera muy al contrario chaparronesca, de esas de las que la gente se oculta y resgurarda, de esas que los limeños disfrutan como niños... mantener el paso entre charcos y miradas curiosas es increible... un trote fresco antes de trabajar... lo mejor que hay...
11:30 a.m. Un domingo entre marzo y abril - Pentagonito - Lima, San Borja -Perú
Pasando los 2,2 km, en una curva forzada, se tapa un poquito el sol y de pronto una brisa fuerte en contra de uno choca refrescándolo a uno de pies a cabeza, renovándole el ánimo, y recordándole a uno lo increible que es correr y estar en ese momento justo ahí... y confirmando que por eso es que uno corre... para acordarse que uno está vivo... a partir de ahí todo se hace más fácil... juraría que los kilómetros se hacen de 800 metros...
Nunca dejará de correr... y espera correr alguna vez con unos niños que le alumbren la mañana y con una caminante mujer que le acelere el corazón... que haga que regrese rápido de los caminos que le toque recorrer lejos de ellos... y de ella...
A correr...
El mentón... que siempre corre...

1 comentario:

Cinthya Castillo dijo...

Es un buen ejercicio correr, yo lo hacia antes, pero por mi estado ya no puedo.

Mientras corres disipas cualkier cosa metida en la cabeza eso es verdad!


Run Juanito, run!!