domingo, 13 de enero de 2008

´tas wevón mi flaca ni cagando va al gimnasio...

Ayer en la noche vinieron una pareja de amigos (M y m) a cenar, también vino otro buen amigo. Los 4 somos heterosexuales, y comentabamos del hecho de conocer a alguien especial, especificamente de donde la podiamos encontrar, acaso en un bar, en una disco, en una reuniòn tranquila en la casa de un pata, en un matrimonio, en la calle, en la combi (habemos algunos que tomamos una combi, ufff una en muerte de obispo), en un cafe, en clases de inglés, en el gimnasio... y en el momento en que la flaca de mi amigo se paró para cambiarle de agua a la pecera, es decir para irse al pichiroom, mi amigo con gran licencia dijo una gran verdad;
`tas huevón mi flaca ni cagando va al gimnasio...
para una casi inmediata respuesta de los otros dos en la conversa (yo incluido):
Ni wevón, le compro su gimnasio y que haga en la casa...
..y es que amigos es una gran verdad, quien no ha sabido que la flaca de tal brother tuvo un encontrón con su personal training (punto aparte, aquí en Lima, acentúan la palabra y se pronuncia pérsonal); o bien que la flaca mas buena de la universidad sale con un instructor (por cierto, aquí ya no hace falta el decir instructor de que, se toma como sobreentendido el, de gimnasio) o simplemente vemos a uno de nuestros patas, con título universitario, una maestría, dos especializaciones y un doctorado en Fierros que siempre está con flacas buenotototas y encima sale ganador (cabe decir que realmente, esa agente aprende de otro pérsonal de mayor rango, quiere decir del que ya se levanto harta flaca y se hace pata de un pata que la quiere hacer en el gimnasio).
No es que se les tenga cólera a los pérsonals (se incluye la s para el plural) o instructores, sino que así como los hombres gastan en sus trampitas (pidiendo disculpas a esa gloriosa estirpe); las mujeres, cada vez más independientes pueden gastar en pararle la juerga, suministrar proteína o darle un gustito a su fornido trofeo de turno.
No quiero tampoco desmerecer el servicio a la comunidad que dan los pérsonals, hay sacrificio en ello y debe reconocerse, dan lo que mucha fea necesita, apoyan a los pequeños negocios (telos escondidos donde no te ven con las escasamente agraciadas en mención), calman a las aguantadas y mantienen llenos los gimnasios.
Así que señoritas, rompan el chanchito, ellos necesitan su auspicio...la proteína cuesta...

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