Han saboreado esa sensación que se percibe cuando uno está soltero, esa posibilidad de hacer cualquier cosa sin rendirle cuentas a nadie... de cambio de planes de improviso... de poder mirar traseros sin recibir un codaso o queja... de lanzarte sin paracaidas para conocer a alguien... de responder a una sonrisa o buscar que alguien te responda con una... de hacer planes para ti solo y la posibilidad de incluir a quien te de la gana... de conversar con alguien de tu pasado... de ir a donde te plazca sin recibir una llamada al celular... de meterle letra a la mesera sin que nadie te joda... de comprarte ropa sin que alguien te critique... no celos... no resentimientos... no cosas sin decir... no caras largas... no suegras... no críticas caprichosas ...no cuidarse de los comentarios que vayas a tener... no dejar de mirar a la vecina chibola cuando sales de tu casa... puedes comer lo que te da la gana y en lal cantidad que quieras...
La sensación la bautiza la estrofa de un merengue: Soy soltero y soy sabroso.
No es que tener pareja sea un problema, sólo que cometemos el error de cambiar para la otra persona y esa no es la idea, la idea es que disfruten, que adoren como somos y que nos quieran por ello.
Por eso como dice El Canto del Loco en una de sus canciones...
Ya nada volvera a ser como antes,
ya nunca dejaré que nada me cambie,
estaremos conociendo a nuestra parte original.
Ahora... hay tiempo libre... que hacemos? 
2 comentarios:
Pues si tienes tiempo libre sigue escribiendo en tu blog ;)
Asi lo haré...
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